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28 de Diciembre, 2021
Final de obra: cómo limpiar después de construir o remodelar tu casa
10:00 | Final de obra: cómo limpiar después de construir o remodelar tu casa

Hacer remodelaciones en una vivienda o construir la casa propia es uno de los momentos más placenteros en la vida de una persona adulta. Sin embargo, una vez que los albañiles y obreros de la construcción terminan su trabajo, es necesario enfrentarse a una realidad que no siempre es agradable: la limpieza de final de obra.

Por más que queramos, es una etapa de la cual no podemos escapar jamás ya que la suciedad, los residuos y el polvillo suelen ser tantos que no se puede dejar este paso para después de habitar la propiedad.

Si bien lo mejor es contratar una empresa de limpieza especializada que pueda ejecutar esta labor de manera rápida, efectiva y profesional, existen algunos consejos que te ayudarán a limpiar sin tanto esfuerzo y con buenos resultados.

4 consejos para hacer una limpieza de final de obra

¿Terminaste de construir o remodelar y querés que tu casa vuelva a estar habitable? Seguí estos consejos y dejala reluciente.

Retirá el exceso de suciedad y basura mientras está en marcha la obra

Sabemos que es difícil limpiar y dejar todo listo mientras la construcción o remodelación está vigente, no obstante, lo mejor es no dejar acumular suciedad. De esta forma, será mucho más sencillo hacer una limpieza cuando todo termine.

Lo más importante es definir un lugar específico para depositar los residuos. Así toda la suciedad irá a parar al mismo sitio, sin estar desparramada por todos lados.

Dividí la limpieza por habitaciones

A la hora de ponerse a limpiar, es preciso ser metódico. No se puede sacar la suciedad de todos los ambientes al mismo tiempo, sino que hay que comenzar por uno y avanzar con otros conforme el anterior va quedando limpio.

En primer lugar, recogé las herramientas y, si es posible, corré o sacá todos los muebles y objetos grandes que pueden obstaculizar la limpieza.

A continuación, comenzó limpiando el cuarto más alejado de la puerta de entrada de la casa. Una vez que terminaste una habitación, cerrá la puerta y seguí por otra.

Limpiá de arriba para abajo, es decir, techo, paredes y piso, por último. No te olvides de colocarte guantes y anteojos de protección para evitar que el polvillo entre en tus ojos.

Efectuá primero la limpieza seca

No empieces limpiando con agua. Comenzá sacando toda la suciedad más gruesa como residuos de yeso, cemento, pintura y cualquier material usado durante la obra. A continuación, usá un ventilador para sacar el polvillo.

Una vez hecho esto, usá agua para sacar los residuos más finos de pisos, mesadas, muebles, vidrios, entre otros.

No te olvides de proteger las instalaciones eléctricas, el mobiliario y cualquier material que pueda arruinarse al entrar en contacto con productos de limpieza o agua.

Podés cubrirlos con lonas, sábanas, papel de diario o cinta de enmascarar, en el caso de enchufes.

Usá los productos adecuados

Limpiar después de una obra es más difícil que hacerlo de forma cotidiana porque el polvo y los residuos son mayores.

Por lo tanto, utilizá los artículos de limpieza necesarios para acabar con la suciedad. Lo mejor es ir a un lugar donde vendan productos específicos y consultar qué es lo que necesitás. 

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